El partido político Verdes Equo Cantabria denuncia la creación del coto de caza del municipio de Bezana y el de Piélagos y ha presentado alegaciones contra el de Polanco.

El pasado 1 de junio, cuando la atención general recaía sobre los recientes resultados electorales, se publicó en el BOC la constitución de un Coto privado de caza en Polanco en el que se incluían parcelas con viviendas, aparcamientos, terrenos junto a colegios, al Camino de Santiago del Norte o el mismo albergue de peregrinos. Esto solo se explica por el único afán de sus impulsores de incorporar terrenos indiscriminadamente para llegar al mínimo de superficie exigida por la Ley de Caza de Cantabria 12/2006.

Algo que podía resultar “anecdótico”, a la par que gravísimo, se repite estos días con un patrón muy similar. Semana de Elecciones Generales, y consiguiente publicación en el BOC de una resolución que incluye para un coto, esta vez, todo el municipio de Santa Cruz de Bezana y algunos terrenos de Piélagos en la zona de Mortera y Boo. Además, la propia nota del BOC anula la obligación de la Ley de Caza de Cantabria (12/2006 Art.16.3) de informar personalmente a los propietarios de las fincas afectadas. Dos pájaros de un tiro.

En este caso, se incorporan sin ningún miramiento, todo tipo de terrenos: rústico con viviendas consolidadas, suelo urbano, terrenos junto a pistas deportivas, o infraestructuras como carreteras y ferrocarril, sin respetar las distancias mínimas especificadas en la Ley:

  • Zonas habitadas, edificios aislados: 200 metros.
  • Carreteras y autovías: 50 metros.
  • Vías de ferrocarril: 25 metros.
  • Servidumbre de tránsito de la ribera del mar: 6 metros.
  • Márgenes de aguas públicas: 5 metros.

Es tal el despropósito que se incluye una zona del Parque Natural de la dunas de Liencres y también del Geoparque de Costa Quebrada, un tramo de la A-67, otro del ferrocarril de FEVE Santander-Cabezón, incluso una urbanización con pista de tenis, lugares excluidos expresamente por la citada Ley. Sin embargo, parece que todo vale para la Consejería de Medio Ambiente o la Dirección General de Montes, por no hablar de los Ayuntamientos afectados, que o bien no se enteran de aquello que afecta a sus propios intereses, o bien, callan convenientemente, y otorgan. 

El colectivo de cazadores supone el 1,01% (ICANE 2019) de la población de Cantabria. Pero tiene, o cree tener, la potestad de ordenar y utilizar el territorio público y privado, sin importar la cercanía a viviendas o colegios, ni la opinión de los afectados, para disfrutar su afición. Existen coladeros administrativos que amenazan permitir la constitución de cotos de caza en municipios densamente poblados y cada vez más urbanizados.

Desde el Partido Verdes Equo Cantabria” manifiesta Gabriel Moreno, coportavoz de la formación ecologista, “queremos mostrar nuestra incredulidad y total oposición a la constitución de cotos de caza de una manera tan irregular e irresponsable, vulnerando la seguridad de los ciudadanos que residen o visitan estos lugares. Ante el evidente desprecio hacia las normas que establece la Ley de Caza de Cantabria 12/2006, es necesario que las instituciones den respuesta y se pongan del lado de la mayoría de los ciudadanos y limiten actividades peligrosas y minoritarias, como la caza, que son incompatibles con los modelos de desarrollo urbano que impulsan esos mismos Ayuntamientos”.

Por todo ello, se van a presentar alegaciones a la pretensión de creación del coto de caza en el municipio de Bezana y Piélagos para preservar el uso del espacio público sin coartar la libertad de nadie, como ya se ha realizado en el Ayuntamiento de Polanco.