Proyecto General Dávila – Paseo de Altamira

¿Qué está ocurriendo con la movilidad sostenible en Santander?

Desde Verdes Equo Cantabria hemos recorrido los 700 metros del nuevo carril bici del Paseo de Altamira, en una actuación más amplia que va desde la zona de Los Osos hasta el IES José María de Pereda. Y lo hemos hecho intencionadamente, porque no es un carril bici que uno se encuentre de forma natural. Más bien, se trata de un trazado que empieza y termina en “ninguna parte”.

Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Cuál es el sentido real de este carril bici?
Quienes nos movemos habitualmente en bicicleta por Santander, conocemos bien la ciudad y sabemos que, en el extremo que llega al IES José María de Pereda, la conexión más lógica sería continuar por la prolongación de la avenida José Hierro, donde hay cuatro carriles en calzada hacia la avenida de los Castros (dos por sentido). A tan solo 400 metros se podría enlazar con otro carril bici.
Otra posibilidad sería conectar con la Bajada de San Juan, que cuenta con tres carriles (dos de bajada), dejando uno para bicicletas y otro para vehículos, facilitando así la unión con el carril bici existente en la avenida de los Castros.

En el otro extremo, en la zona de Los Osos, quizás en el Ayuntamiento estén pensando –y si no, se lo sugerimos– que, una vez que el Gobierno de España lleve a cabo las obras en la N-611 (calle Jerónimo Sáinz de la Maza), pueda conectarse con el carril bici ya previsto, que discurriría desde la rotonda de Valdecilla Sur hasta la avenida Pedro San Martín.

¿Hay visión de futuro en el equipo de gobierno municipal?

No sabemos si estas ideas han pasado por el subconsciente del concejal de Movilidad, Agustín Navarro, o de su superiora, la alcaldesa Gema Igual. Lo que está claro es que siguen actuando sin planificación, ni visión, ni imaginación.

Carril Bici Santander

Durante nuestro recorrido en bicicleta, pudimos observar que la nueva obra responde al patrón habitual del desarrollo urbano en Santander: granito, cemento y más cemento. Se han instalado jardineras con un leve toque de verde y una gran cantidad de bancos… la mayoría colocados directamente al sol, como si la idea fuese que la ciudadanía se broncee a más de 26 o 30 grados.

Lo que falta y lo que no se aprende

Una vez más, los pasos de peatones no son elevados ni están bien pensados para priorizar al peatón. Los badenes brillan por su ausencia, a pesar de que el propio concejal ha afirmado en el pasado que serían la norma en obras nuevas.
Los tiempos semafóricos siguen demostrando a quién se da prioridad: más de 70 segundos de espera para los peatones en cruces como el de acceso a Porrúa, y tan solo 12 segundos para cruzar. Un claro mensaje: «rápido, que estorbas».

¿Y los árboles?

Han plantado algunos arces jóvenes, pero los alcorques apenas alcanzan los 40-50 cm y están completamente rodeados de cemento. Muy difícil será que prosperen.
¿No habría sido más sensato pensar en árboles de gran porte y crear un verdadero bulevar verde en este proyecto piloto del Paseo de Altamira?

Una oportunidad perdida

En resumen, una nueva oportunidad perdida por el equipo de gobierno municipal, que eso sí, no falla a la hora de hablar de “sostenibilidad”, “cambio climático” y otros eslóganes vacíos.
Desde Verdes Equo Cantabria queremos una «Santander Viva y Verde», pero de verdad. No con palabras, sino con hechos.

Ahí les dejamos unas cuantas ideas, aunque como canta Serrat:

«Nunca es triste la verdad… lo que no tiene es remedio.»