EQUO reclama al Gobierno de Cantabria y a los Ayuntamientos de Santander y Torrelavega la puesta en marcha de una estrategia común de movilidad para ciclistas y peatones frente al COVID19

El partido verde ha celebrado un encuentro con Pierre Serne, encargado de la estrategia para el fomento de la bicicleta en Francia, y las principales organizaciones comprometidas con la movilidad ciclista en España. 

La pandemia de la Covid19 hace más urgente que nunca la transformación de la movilidad en las ciudades, Santander, Torrelavega y Cantabria, cuyos gobernantes tienen la obligación y la responsabilidad de tomar medidas para los ciudadanos en estos aspectos. La exigencia del distanciamiento social para frenar los contagios convierten la movilidad de los peatones y a la bicicleta en los protagonistas en detrimento del coche particular, ya es hora de que el reparto del espacio público cambie las tornas, reducir el espacio de la calzada en beneficio de peatones y ciclistas. En el caso de la bicicleta esta se convierte en un aliado imprescindible como alternativa de movilidad activa y saludable.

En Cantabria tenemos conocimiento de como asociaciones como Cantabria ConBici y la Coordinadora ConBici, nacional, ya han propuesto medidas concretas como: Implementar la ciudad con una velocidad 30 en todo el centro de la ciudad; la creación de corredores ciclistas temporales en los ejes principales de Santander, apertura del servicio de bicicletas públicas, aparcamientos cubiertos para bicicletas; ampliar aceras para los peatones reduciendo las calzadas de 2 y 3 vías en su beneficio; dar prioridad en los semáforos a los peatones para evitar aglomeraciones y permitir las distancias de seguridad, etc.

Los argumentos para estas medidas ya sobran, son evidentes, pero según estudios de la Universidad Martin-Luther King de Halle (Alemania) y de la Escuela de Salud Pública de Harvard (EEUU) la exposición prolongada a altos índices de contaminación por NO2 y partículas ha provocado una alta vulnerabilidad al coronavirus en áreas como Madrid y Milán.

Existe un altísimo riesgo de incremento del uso del coche en las ciudades como consecuencia del desescalamiento en el confinamiento, lo que redundaría en graves problemas sanitarios en el futuro. Adaptar las ciudades al uso masivo de la bicicleta como medio de transporte sostenible y seguro es imprescindible para hacerlas más resilientes ante las amenazas de futuras pandemias así como para la mitigación de los efectos del cambio climático.

El Ministerio de Medio Ambiente de Francia ha encargado a Pierre Serne, presidente de Villes Cyclables la elaboración de una estrategia para el fomento de la bicicleta como transporte seguro ante la pandemia.

EQUO reclama al Gobierno de Cantabria, Ayuntamientos de Santander y Torrelavega, al Ministerio de Transición Ecólogica, la puesta en marcha de una estrategia similar.

La desescalada como consecuencia del COVID19 tiene que cambiar nuestro modelo de movilidad, esto no es un juego, exigimos una estrategia seria contra el COVID19, la contaminación y el Cambio Climático.